Entradas

All Too Well (Sad Girl Autumn Version)

Imagen
Echo de menos lo que no pensé que extrañaría.  Echo de menos el sentirme escuchada, comprendida, protegida. Echo de menos cuando alguien se preocupaba por mí, cuando se ocupaba de cuidarme, de ser cariñoso conmigo, de darme un beso en la frente o de acercarse a mí simplemente por hacerlo. Echo de menos los mensajes constantes con fotos que me contaban lo que hacía, que me preguntaban qué hacía yo. Que no me buscara por una cuestión de aburrimiento, sino porque de verdad se interesaba por mí. Echo de menos las conversaciones en inglés, las tonterías de a quién se parecía o qué comía para merendar. Él sigue en el mismo sitio. Yo he ido de aquí para allá, de oca en oca tirando porque me toca, con los cambios que al final eso ha supuesto. Y el tiempo ha pasado, pero seguimos ahí, aunque yo lo eche de menos. Aunque cada vez que nos veamos me siga poniendo nerviosa cuando me abraza. Ya no significa lo que fue, pero echo de menos lo que pudo ser y no llegó. Y al mismo tiempo me arrepiento...

al-Ḥamrāʼ

Imagen
¿Has escuchado alguna vez eso de que cuando tienes muchas ganas de viajar a algún sitio, es porque allí te está esperando una historia para ser vivida? No sé si mi historia está por escribir o ya fue escrita y solo estoy esperando a vivirla, pero sé que ese lugar es Granada. Y para ser más exactos, los alrededores de la Alhambra. Fui hace ya unos ocho largos años, pero recuerdo aquellos tres o cuatro días como magia hecha memoria. Y no, no es que fuera un viaje romántico, una escapada o algo por el estilo. Fue por un maldito (bendito) viaje de trabajo. India Martínez sonaba en mis auriculares mientras el avión despegaba del aeropuerto de Madrid.  En aquel momento me acordé de alguien. Dicen que cuando despega el avión te acuerdas de los que verdaderamente te importan. Y allí estaba él, su cara, y la promesa de que le escribiría cuando visitara La Alhambra. Aún hoy sigo pensando que él me hacía falta allí, a pesar del tiempo, a pesar de los años y los daños.  Escucho aún aquell...

Gorgeous!

Imagen
Les he hablado a mis amigas de ti, aunque sé que probablemente nunca te conozcan. Les he dicho que a veces te me quedas mirando, pero que nunca me dices nada. Ellas me dicen que debería acercarme yo pero, ¿acaso no he aprendido por las malas que acercarme yo es una muy mala idea? Me encantaría hacerlo, no te lo niego. Es que ¿tú te has visto? Eres lo que te llega cuando pides un Henry Cavill. Sé que no ofrezco nada interesante a primera vista. Ni a la tercera, ni a la décima.  No tengo un cuerpo perfecto, ni una cara bonita, ni puedo hacer una dominada con kipping . En mi coche no cabe una cama y solo he ido una vez de acampada. No aguanto en la playa sin sombrilla y me gusta más estar en el agua que tumbarme al sol. ¿Me lo perdonarás? ¿Me perdonarás por adelantado no ser la persona que tú esperas? ¿Me perdonarás no ser perfecta?

Like ever!

Imagen
Tres llamadas a deshora una noche cualquiera. Tres razones para no cogerle el teléfono. La primera: no quiero volver a sentirme como me hizo sentir él. Como si yo fuera una fan y él una estrella. Él siendo mi todo y yo solo una más, un pasatiempo, una opción pero nunca una prioridad. Insuficiente, subordinada, obsesionada. La segunda: cuando me eche de menos, que vaya y abrace a la persona por la que me cambió. Que, por otra parte, se merece mucho más que a alguien como él. Puede que nunca me cayera bien, pero la sororidad perdida la he recuperado para darme cuenta de que ella nunca tuvo la culpa. Y la tercera: porque NI DE COÑA. A mí no me trancas más en una como esa. Yo merezco que me quieran en voz alta, y no a las once de la noche de un miércoles cualquiera. No soy el plan cuando está aburrido o arrepentido.

Getaway car

Imagen
Un día dejó de querer verme. Cada vez era una excusa diferente, más vaga y menos creíble. Las llamadas se fueron espaciando, y su comportamiento también cambió. Un día me trataba bien, al siguiente me ignoraba. Otro, despreciaba lo que conseguía delante de él dándose la vuelta y celebrando a cualquier desconocido antes que a mí. Seguía queriendo algo de mí, claro, y dejando que me hiciera ilusiones con escapadas de fin de semana o cosas pendientes que hacer juntos. Pero no concretaba nunca la fecha de esos planes. Hasta que en uno de esos días, llenos de silencios e ilusiones vacías, lo supe con un par de gestos. Le tocó la cara. No a mí, por supuesto. Le tocó la cara y vi en ese simple gesto la intimidad que no había tenido conmigo en meses, la que escondía solo para los momentos en que estábamos juntos y ocultos a la vista de todos. No me hizo falta ver más, porque en ese instante algo me dijo que ya estaba hecho. Que yo volvía a ser suplente en ese banquillo donde nunca se me llamab...

I cannot be your friend

Imagen
Estamos en la terminal de llegadas de un aeropuerto cualquiera de una ciudad cualquiera. Llega una media de diez vuelos a la hora, lo que hace una media de mil personas saliendo cada hora de una puerta que es un umbral a muchos mundos. Gente que vuelve, gente que llega, gente que ríe, que llora, que viene contenta o que trae a la espalda el peso de una mala noticia. Por esa puerta entran cada hora mil historias distintas, de todo tipo, de cualquier naturaleza, una por cada persona. Ahora, vamos a entender y sumergirnos en alguna de ellas. Pía tiene un nombre curioso, sí. Su madre tuvo un momento de inspiración en el registro y se quedó con un nombre que es un verbo referido a un pájaro o dicho de una persona, devota. Pero Pía no acaba de bajarse de un avión por nada que tenga que ver con su nombre. Pía se subió a ese avión enamorada como una idiota... y decepcionada como una persona demasiado inteligente (y con muchas expectativas). Decidió huir de su pequeño pueblo, desapareciendo por...

The Alchemy

Imagen
Esto es para ti. Sí, para ti, ese del pelito rizado que de vez en cuando se relame los labios. Para ti, que caminas como si fueras un superhéroe con el peso del mundo a los hombros y el orgullo llenándote el pecho, cual gladiador en la arena. Por favor, no me rompas el corazón. No rompas algo que está en proceso de recuperación, que todavía necesita tiempo para curarse del todo. Tú, que de vez en cuando orbitas a mi alrededor, con la aparente idea de acercarte, pero que nunca lo haces. Que sepas que siento la gravedad. Se me está haciendo muy difícil ignorarla, pero cada día me cuesta más hacer caso omiso de tu presencia. Tu presencia, que es tan potente y a la vez tan silenciosa, pero que pide a gritos que me acerque.   No sé qué es de tu vida, ni los años que has vivido, ni si tienes una cama compartida con alguien más o un corazón ya lleno. No sé si eres valiente, si te gusta el frío o si bebes cerveza. Café sí, eso seguro. Sé que te gusta el sol por el tono de tu piel, y tambié...